(#graciaypazdevo #semana41)
“ Y dijo Jacob: Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, Jehová, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y yo te haré bien”
Génesis 32:9 RVR1960
Jacob, recuerda al Dios de su padre y la promesa que les hizo. Y clama al Señor, cuando ve que su pacto puede estar en peligro, porque si su familia es atacada ¿Cómo llegaría a ser, como la arena del mar o las estrellas del cielo y ser benditas todas las naciones de la tierra? Ciertamente vemos a un Jacob de fe, que dice: Señor yo he venido hasta aquí, porque así me lo ordenaste (Gn 30:9) Y ahora siento temor; porque mi hermano viene a mi con mucha gente (Gn 30:6-7).
Entrar a la tierra prometida siempre causará temor; porque ciertamente saldrá un ejército contra nosotros, que querrá atacar nuestra fe (confianza en Dios). Jesús sabía, que seguirlo no sería sencillo, porque iríamos contra la corriente de este mundo. Si realmente somos sus discípulos vamos a ser aborrecidos por el mundo (Jn 15:19). Pero, conocemos que nuestro Señor ha vencido al mundo (Jn 16:33).
Así que, de la misma manera que oró Jacob; debemos orar a Dios.
Primero; obedeciendo su mandato, de llevar el evangelio a toda parte del mundo. Y bautizarlos en el Nombre de la Santísima Trinidad.
Segundo, recordarle (no porque se haya olvidado), que prometió estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mt 28:20).
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Serie Devocional: Génesis
Elaborado por: Daniel // Personal // I.B.Gracia&Paz
Amar a Dios, amar a las personas, transformar al mundo
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