(#graciaypazdevo #semana39)
“Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto?”
Génesis 22:7 RVR1960
La providencia de Dios es una de las doctrinas muy poco conocidas o muy mal interpretadas por las iglesias de la prosperidad. Aquí encontramos una pregunta que debería producir un eco en todo nuestro cuerpo, a todo aquel que conoce que sin sangre no hay remisión de pecados: ¿Dónde está el cordero para el holocausto?
En otras palabras Isaac le dice a Abraham: ¿Padre iremos sin lo más importante? Y respondió Abraham: Jehová-jireh (proveerá).
Es Dios quien provee al hombre desde el principio de la creación como un ser benevolente haciendo salir su sol para justos e injustos. De Él tomamos todos y nadie puede darle a Dios sino de lo que Él nos dio primero. Pero, no tomemos este nombre como un símbolo de la prosperidad, y pidamos en este nombre todo los anhelos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida; sino por el contrario, pidamos a nuestro Dios proveedor; la gracia para ser conforme a la imagen de Cristo. Y busquemos el reino de Dios y su justicia, que lo demás vendrá por añadidura.
Recordando que la providencia más grande de nuestro Padre, fue darnos a su Hijo (el cordero de Dios), a seres espiritualmente muertos en sus delitos y pecados. Lo que manifiesta su infinito amor para con el hombre caído que no podía proveerse de un cordero para limpiar su pecado. Mas, Jehová-jireh.
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Serie Devocional: Génesis
Elaborado por: Daniel // Personal // I.B.Gracia&Paz
Amar a Dios, amar a las personas, transformar al mundo
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