“ Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo..”
Mateo 22:39 RV60
El amor al prójimo nace del amor de Dios como su fuente; se encuentra en el amor de Dios como principio, modelo y fin; y el amor de Dios se encuentra en el amor al prójimo, como efecto, representación y marca infalible. Este amor al prójimo es amor a la equidad, la caridad, el socorro y la benevolencia. Le debemos a nuestro prójimo lo que tenemos derecho a esperar de él: "Haced a todos como queréis que os traten a vosotros", es un mandamiento positivo de nuestro bendito Salvador. Por esta regla, debemos hablar, pensar y escribir acerca de cada alma del hombre: dar la mejor interpretación a todas las palabras y acciones de nuestro prójimo que puedan soportar. Esta regla nos enseña a soportarlo, amarlo y perdonarlo; regocijarnos en su felicidad, llorar en su adversidad, desear y deleitarnos en su prosperidad, y promoverla al máximo de nuestro poder, instruir su ignorancia, ayudarlo en su debilidad, y arriesgar incluso nuestra vida por él.
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Serie Devocional: Amar a las personas
Elaborado por: Vale // Personal // I.B.Gracia Paz
Amar a Dios, amar a las personas, transformar al mundo
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